martes, 3 de abril de 2012

Señor Periodista, se ha equivocado!


A día de hoy, aún existe una resistencia generalizada en las direcciones de muchas empresas a la hora de comunicar e informar a los medios de comunicación. Todavía persiste la idea de que salir a la escena pública implica más riesgos que beneficios para la imagen corporativa de una firma. Esto se produce especialmente en las medianas y pequeñas empresas que en ocasiones no cuentan con una política de comunicación estudiada y de carácter estratégico. De este desconocimiento surge la idea de que el periodista es un posible enemigo que va a buscar la información más dañina para nosotros. Por ello, muchas veces la dirección se muestre inaccesible a los medios de comunicación y poco receptiva a sus demandas.


 'Este artículo no refleja la realidad', 'las cosas no son como él las explica', 'el periodista se ha equivocado', "se lo ha inventado", ... y acto seguido portavoces y directivos se muestran distantes, escuetos y hasta altivos en algunos casos.

Muchos periodistas tenemos la "mala costumbre" de intentar ser independientes y reflejar lo que ven nuestros ojos. Aún así, el escenario informativo actual no es fácil. Pocos medios y mucho trabajo, condiciones precarias y presiones de los diferentes grupos mediático que pagan las nóminas a final de mes. En muchas ocasiones, el periodista va a buscar la noticia cargando con el peso de unas directrices marcadas desde su redacción. 




Aprender a señalar un error en comunicación

Partimos pues de un escenario que dificulta la independencia profesional.  Aún así, generalmente un periodista trabaja para reflejar la realidad de la manera más contrastada posible. Sin embargo, hay que aceptarlo:  puede equivocarse!! Cómo en cualquier profesión existen errores humanos fruto de una falta de atención, pero también existen malos periodistas que no realizan con profesionalidad su labor.


Llegado a este punto, debemos saber gestionar esta situación, en ocasiones muy delicada. En las mejores de las veces,  será el responsable de prensa el encargado de gestionar de la manera más adecuada esta negociación cuyo objetivo es resarcir nuestra imagen ante una información incorrecta. Acostumbra a ser mucho más fácil esta conversación entre colegas de profesión dado que la relación es más fluída, y se tiende a utilizar un tono más cercano y menos violento que si la conversación se produce entre un directivo y un periodista. Aún así, sea quién sea quién aborde esta situación, debería tener en cuenta unas premisas antes de echar la caballería por encima del periodista:



1. El periodista no está contratado por nuestra empresa por lo que no podemos pretender que la información que él ofrece sea igual a nuestras notas de prensa. Debemos aceptar otros puntos de vista aunque no nos agraden.

2. Sí podemos exigir veracidad en la información publicada o emitida. Es el deber de un buen profesional. Podemos comentarle a un peridista que su información refleja un dato erróneo, que se trata de una fuente no autorizada o que quizás su información no tiene en cuenta un punto de vista importante según nuestro criterio siempre y cuando se realice con educación y razonando abiertamente los motivos. 

3. Es importante ofrecer una actitud de transparencia y de colaboración. Resaltar que nosotros podemos ofrecerle esta información que no ha contemplado para próximas ocasiones. Poniendo dificultades a su labor no conseguiremos nada más que desconfianza a nuestro alrededor.


4. Por lo que se refiere a prensa, los periodistas intentan evitar las 'fe de erratas' dado que es un reconocimiento público de que han cometido un error. Además,  ésta nota aclaratoria acostumbra a pasar inadvertida para el mayor número de lectores. De ahí, que sea más inteligente intentar negociar una nueva noticia, entrevista o reportaje donde además de la información correcta se aporte información novedosa facilitada por nuestra empresa o entidad. 


En definitiva, podemos exigir 'veracidad' y 'profesionalidad' si nuestra imagen ha sido dañada por alguna información incorrecta pero de nada sirve una actitud agria o irrespetuosa en esta negociación. Asimismo, nadie debería dudar los beneficios de trabajar en pro de la comunicación. Se trata de una herramienta indispensable para explicar nuestro valor y nuestra labor. 


Cristina García
www.suigeneriscomunicacion.com  








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