lunes, 24 de octubre de 2011

Periodistes Indignats

El último número de Capçalera  Colegio de Periodistas de Catalunya reivindica una vez más la difícil situación que atraviesan la profesión de periodista. Se analiza desde diferentes ángulos el presente de una profesión protegida y valorada en otras épocas, desprestigiada y en busca de su papel en la era de la inmediatez de las redes 2.0. El periodismo se enfrenta a una serie de retos incapaz hasta el momento de poder superar, tan solo sortear. Entre estas pruebas que colectivamente aborda la profesión destaca: 'la oposición a los bloques electorales, las ruedas de prensa sin preguntas, las imágenes elaboradas de los partidos de sus actos electorales, la alta precariedad laboral'.

Podría añadirse también la drástica destrucción de puestos de trabajos relacionados con el periodismo, la comunicación y las relaciones públicas fruto del concepto de suntuario con el que cargan aún los departamentos de comunicación de muchas empresas.

Todos estos temas son analizados de manera interesante en la revista Capçalera sobre la premisa utópica de que los periodistas puedan 'levantar la voz para recordar que nuestro trabajo es fundamental para garantizar el derecho de la ciudadanía a recibir información libre' según explica el Decano Josep Maria Martí.

En concreto,  sobre la precariedad laboral de la profesión, la situación actual es perversa. El sectarismo se
ha convertido en algo cada vez más evidente en medios de comunicación, departamentos de prensa de la administración y empresas privadas tal y como denuncia también este artículo. Por encima de la formación, prima el partido; por encima de la experiencia profesional, el beneficio personal del que contrata. Mientras tanto, cada  vez hay más facultades que multiplican las hornadas de nuevos periodistas que ilusionados estudiaran ética periodística, derecho o periodismo de investigación. Un total de 500 periodistas más cada año salen al mercado laboral ilusionados con sus contratos de prácticas. Práctica tras práctica  aprenderán la paradoja actual, el objetivo de un periodista de informar y denunciar no es aplicable para ellos, la ética y el derecho queda mermado cuando se habla de su profesión, de sus condiciones económicas y de sus derechos.

El artículo de 'Periodistas Indignados' apunta la formación continuada como apuesta colegial. Es difícil pensar que la formación no sea un buen aliado en cualquier lucha. Sin embargo, es aún más importante que este colegio apueste también por su departamento jurídico para hacer respetar los derechos de la profesión, denunciando irregularidades en concursos públicos y amiguismos descarados. Apostando por qué no por reportajes de investigación sobre la verdadera situación de nuestra propia profesión.

Redacción Sui Generis Comunicación

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