viernes, 26 de febrero de 2010

Trabajar en La Moncloa se ha convertido en un ‘trampolín profesional’ para los periodistas

La semana pasada, Gonzalo Vázquez abandonó la secretaría de Estado de Comunicación para incorporarse al gabinete de prensa de Repsol. Un movimiento, el salto desde La Moncloa a un apetitoso puesto, en este caso del sector privado, que empieza a ser habitual.

Porque no es el primer alto cargo del equipo de de prensa del Presidencia que, tras una estancia en el complejo más o menos larga, después ‘triunfa’ en el mundo de la comunicación.
Antes que Vázquez, el cargo de jefe de gabinete de la secretaría de Estado de Comunicación estuvo ocupado por Julián Alberto Estévez, que ocupó el cargo en la etapa de Fernando Moraleda y de allí pasó a director de comunicación de Mercedes Cabrera en el ministerio de Educación.

Antes, lo ocupó Luis Arroyo Martínez. En julio de 2007, lo abandonó para incorporarse como responsable de comunicación del ministerio de Vivienda, que entonces dirigía Carme Chacón, y ahora, con el precedente en su currículo del paso por La Moncloa, se ha convertido en un cotizado experto en materia comunicativa.

Caso distinto es el del propio Moraleda que, de secretario de Estado de Comunicación se ha convertido en diputado por Ciudad Real y quienes le conocen aseguran que se encuentra “muy cómodo” en el Congreso.

Por no hablar de Miguel Barroso que, después de trabajar al lado de Zapatero en La Moncloa, es uno de los mayores ‘gurús’ del país en comunicación.

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