miércoles, 22 de octubre de 2008

ERE QUE ERE


COMUNICACIÓN INTERNA ANTE UN ERE

Uno de los instrumentos básicos de una comunicación eficaz es la “reiteración” (volver a decir o hacer una cosa, según el diccionario de la RAE). Muchos creen que transmitido un mensaje una vez, lo que tienen que decir ya está dicho y se sorprenden cuando se dan cuenta de que hay muchos receptores que no han escuchado la noticia o no la habían entendido.
Los anuncios publicitarios se repiten machaconamente en televisión para lograr que todo el que tenga que verlo lo vea. De igual manera, en la Comunicación Interna deberíamos aplicar un procedimiento similar. Sobre todo cuando vamos a dar una noticia dolorosa, que necesita ser entendida por los afectados y por los que no lo son, como es el caso de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) En el proceso de Comunicación Interna es imprescindible usar todos los canales a nuestra disposición para contar las noticias trascendentes: la intranet, las cartas personalizadas, los tablones de anuncios, la comunicación personal o en cascada, etc. Y, por medio de todos ellos, transmitir una y otra vez un mensaje claro, único y razonado.


Repitiendo la misma idea todo lo que sea necesario, para que todos los destinatarios lo reciban y lo entiendan porque, en cualquier caso, vale más que el mensaje deseado llegue dos veces a que no llegue. Los trabajadores, los empleados no son tontos. Y tienen interés en escuchar lo que su empresa quiere decirles. Normalmente, conocen perfectamente cómo marcha su compañía y son capaces de entender, aunque les duela, decisiones que les afectan negativamente. Pero exigen a cambio, y tienen razón en hacerlo, que les cuenten con transparencia lo que pasa, saber qué decisiones se han tomado y entender por qué, compartiendo las previsiones de futuro. Un ERE muchas veces no es una decisión definitiva sino una medida transitoria.


Las empresas la usan para ajustar su producción a las circunstancias de mercado. En otros casos son decisiones permanentes, porque la empresa necesita reducir su tamaño para subsistir. Pero siempre es una medida traumática para el que la padece y dolorosa para el que continúa trabajando y ve cómo otros compañeros no tienen la misma suerte. Por eso, la empresa debe acompañar este tipo de medidas con dos clases de acciones de comunicación: una, planificada y que llegue a toda la plantilla, cuando se inicia el proceso; y otra, sostenida en el tiempo y cuyo fin último es la motivación, después de que el ERE ha sido implementado. En la fase de comunicar la mala noticia es muy importante evitar los rumores y los intermediarios. La empresa debe establecer mecanismos y calendarios de actuación para ser ella la que dé la información a todos los afectados.

FUENTE: EXPANSION

No hay comentarios: